Son muchos los padres que acuden a consulta por sentirse perdidos o desorientados en la educación de sus hijos. Es normal, nadie nos ha enseñado a ello. A pesar de los muchos esfuerzos realizados, el comportamiento de su hijo, ya sea niño o adolescente, no sólo no mejora, sino que además se agrava con el tiempo y se incrementan las rabietas, la desobediencia y la falta de respeto. Estas situaciones pueden llegar a ser insostenibles para los padres y si no se interviene a tiempo puede derivar un problema mayor para los hijos.
Entre los problemas de conducta más frecuentes se encuentra la desobediencia, las rabietas, agresividad, mentiras, la falta de límites, niños negativistas y desafiantes, que se oponen a las peticiones de los padres, inconformistas…