BAJA AUTOESTIMA

La autoestima se empieza a forjar en la infancia y consiste en la valoración que hacemos de nosotros mismos. Cuanto esta valoración es positiva estamos hablando de que la persona tiene una buena autoestima. Sin embargo, si es negativa y causa sufrimiento, hablaremos de una baja autoestima.

Las personas que se centran en sus limitaciones o sus defectos y pasan por alto (o ignoran) sus virtudes y fortalezas desarrollan una imagen negativa y distorsionada de sí mismos. Hablamos de personas, generalmente, muy perfeccionistas y exigentes, que presentan un miedo excesivo a cometer errores, muy inseguros, con sentimiento contante de culpa, muy sensibles a las críticas y, en casos extremos, con actitud derrotista. Todos estos rasgos afectan a diversas áreas de sus vidas.

Algunas de las características más comunes en las personas con baja autoestima son: no se valoran, ni a sus talentos o fortalezas, son indecisos, miedo excesivo a equivocarse, se sienten constantemente evaluados, evitan tomar la iniciativa, son introvertidos y no les gusta compartir sus sus sentimientos con otras personas, no se sienten satisfechos con ellos mismos y piensan que no hacen nada bien, creen que los demás tienen una mala imagen de él/ella y se consideran poco interesantes.